Otros perfiles
El aval bancario es un contrato privado por el que la entidad financiera o aseguradora (avalista) garantiza que el cliente (avalado), satisfaga sus obligaciones contraídas. Existen 2 tipos de avales: financieros (el banco se compromete al pago de una cantidad concreta) y técnicos (la entidad no responde en caso de que no se pague).
En caso de incumplimiento de las deudas, es el avalista quien asume su parte correspondiente y para ello, debe aportar una garantía. Esta puede ser de 2 tipos y se aplicará sólo en caso de impago:
- Garantía personal: salvo que se establezcan límites previos, el avalista responderá ante la entidad con todos sus bienes presentes y futuros. Es decir, arriesga su patrimonio personal al completo.
- Garantía real: se limita a un bien tangible; por ejemplo, un piso. Por ejemplo, los padres pueden establecer su segunda vivienda, como garantía de que su hijo hará frente a la hipoteca contraída. Es una opción menos arriesgada que la garantía personal.
¿Quién puede pedir un aval bancario y qué elementos contiene?
Pueden pedir un aval tres diferentes organismos, tal y como aclara el Banco de España.
- En primer lugar, las entidades financieras al cliente. Ocurre a la hora de conceder un préstamo y son las beneficiarias del aval. Por ejemplo, ocurre al contratar una hipoteca.
- Las Administraciones Públicas, siempre que contraten un servicio a un particular.
- Entre particulares: como ocurre en un contrato de arrendamiento (alquiler).
Ya sabemos quién puede solicitarlo; es momento de conocer cuáles son los datos del contrato:
- Identificación del avalista, el avalado y el beneficiario del aval. En este caso, se incluye su DNI, su dirección física y demás datos imprescindibles de las tres partes.
- Explicación de la obligación garantizada: aquí se detalla el plazo de la obligación, su importe monetario, así como la exigibilidad de la garantía.
- Los requisitos para la ejecución o el cumplimiento de un aval.
- Sus condiciones de cancelación (normalmente, existe una comisión adicional).
Adicionalmente, los avales bancarios añaden un documento adicional: la póliza de cobertura de garantía bancaria. En él se incluyen las comisiones, intereses y pagos que conlleva este aval.
Descubre nuestras hipotecas
Elige la hipoteca que mejor se adapte a ti y te acompañamos en el proceso de compra.
¿Quién me puede avalar?
Estas operaciones cuentan con un riesgo en caso de impago. Para evitarlo, los aspirantes deben cumplir una serie de requisitos:
- Ser mayores de edad y estar en uso de sus facultades mentales: para ello, se deben haber cumplido los 18 años en España. También es importante que sean conscientes de la responsabilidad que están contrayendo. Durante el pasado 2020, un juzgado de Valladolid anuló cuatro préstamos donde el firmante puso como avalista a su hermana sordomuda, analfabeta y oligofrénica. Evidentemente, ella no sabía lo que estaba firmando.
- Capacidad económica: se valora muy positivamente que el avalista tenga una mayor solvencia que la persona avalada. De esta forma, podrá responder de mejor forma ante los imprevistos que surjan.
- Buen historial crediticio: es decir, haber pagado en plazo correcto todos los créditos, sin retrasos ni problemas asociados.
- Salario elevado y estable: esto es especialmente importante en la concesión de créditos.
- Ni deudas, ni cargas: quizá sea uno de los aspectos más importantes para las entidades bancarias. Esto aumenta la posibilidad de que el préstamo sea devuelto y por tanto, genera seguridad a las entidades bancarias.
Cuantas más condiciones reúna este cliente, será más posible que se otorgue el préstamo o el producto financiero para el que se esté solicitando el aval. Si las aglutina todas, la concesión es prácticamente segura.
¿Cómo solicito el aval a la entidad bancaria?
Si como clientes queremos ser avalados, necesitamos formalizar ante notario una Póliza de Cobertura de Garantías Bancarias; siempre que exista un único aval. Si queremos optar a varios avales, es necesaria la Póliza de Cobertura para Límite de Garantías Bancarias, donde se regulan las relaciones entre el banco y el avalado. En ella se incluyen condiciones como las comisiones, los intereses, los gastos estipulados…
Durante el año 2020, el Gobierno de España concedió dos líneas de avales bancarios, por un importe de hasta 140.000 millones de euros. Todos ellos estaban destinados a facilitar la financiación de autónomos y empresas durante la pandemia. De esta forma, el tejido empresarial pudo paliar parcialmente los perjuicios causados por el parón económico, derivado del coronavirus.
Ahora que ya sabes más sobre qué es un aval bancario, qué tipos hay y cómo se puede conseguir; conoce en CaixaBank todas las novedades sobre todo lo relacionado con el mercado financiero y las hipotecas.